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Categoría: General
Publicada 16/07/2013
Tijuana.- Como parte de las actividades del 124 aniversario de Tijuana, el burrocebra considerado un ícono turístico y cultural de la ciudad se revalora como un símbolo de la identidad tijuanense.
Durante una mesa de discusión sobre el tema –desarrollada en el patio central de Palacio Municipal-, el coordinador del Archivo Histórico de Tijuana, Gabriel Rivera Delgado, expresó que el objetivo es el de sensibilizar a la comunidad sobre la importancia del rescate de esta tradición, que cumplirá 100 años en el 2014.
La actividad que realizaban los fotógrafos con este emblemático animal, inició en la avenida Revolución como un atractivo turístico, que a su vez permitió promover a la ciudad a nivel nacional e internacional a raíz de las fotografías que los visitantes llevaban consigo a su lugar de origen.
Años más adelante, los fotógrafos se trasladan con el burrocebra a lo que era el Casino de Agua Caliente, en donde es adicionada la carreta. Es en la década de los años 40’s cuando regresan a la “Revu” para agregar una pintura o paisaje en la parte posterior de la carreta.
En el panel de discusión también participó el líder de los fotógrafos de la avenida Revolución, Jorge Bonillas, quien desde niño estuvo involucrado en este oficio. Recordó que a los animales les fueron pintadas franjas negras para que se distinguieran en las fotografías, ya que en los inicios de esta actividad las imágenes eran tomadas en blanco y negro.
Por su parte, el presidente de la asociación civil Uni2, Roberto Lango, resaltó la importancia de dignificar el oficio; por lo que es necesario apoyar al fotógrafo para que su actividad sea remunerativa, y también puedan brindarse todos los cuidados necesarios a estos simpáticos burros.
Se buscará impulsar la propuesta para que el burrocebra sea considerado Patrimonio Cultural de la Ciudad, por la gran importancia que tiene en la historia e identidad de Tijuana, refirió Lango.
El historiador Josué Beltrán señaló la falta de una mayor atención al elemento de identidad que éste representa y para que continúe la tradición; ya que se corre el riesgo de convertirse solamente en un recuerdo que existió en la ciudad.